La mascota del Abogado
La Mascota de un abogado se mete en la carnicería de al lado del estudio y se come un trozo de carne delante del carnicero. El carnicero, indignado, se presenta en el estudio del abogado y tomándolo por sorpresa le pregunta:
.- Dígame… ¿si una mascota se mete en mi carnicería y se come mi carne ante mis propios ojos, tengo derecho a demandar que su dueño pague por el bife?
El abogado sin titubear le responde:
.- Por supuesto, sin duda ese es su derecho.
Entonces el carnicero le increpa:
.- Entonces págueme la carne que me comió su mascota. Son ocho euros.
Anonadado, el tipo ve que el abogado le extiende un cheque por la suma indicada y se vuelve a su negocio apenado por haberlo tratado con desconfianza…
Una semana más tarde, el carnicero abre su buzón y se encuentra con una carta del abogado cobrándole los cien euros correspondientes a la consulta.