Pepito y Juanito van en su poderoso «patín del diablo» cuando de repente:
¡Chirrrriiiiii! ¡Pum! ¡Pas! ¡Traz! ¡Sopas!
En un dos por tres se encuentran en el infierno y ante la presencia del Diablo.
-Muy bien, muy bien chamaquitos, se han portado «taaaaaaaaan bien» que merecen una recompensa. Juanito, dime: ¿qué prefieres? ¿Cuernos o cola?
Tras una ligera vacilación, Juanito responde:
¡Cuernos!
Lo llevan a un cuarto y con un gran taladro le hacen dos hoyos para sus cuernos
-¡Ayayay! ¡Ya no, ya no quiero cuernos!
-¡Ni modo, se amuela!
Pepito, quien nunca se queda con la duda, observa todo a través de una rendija. Entonces, el Diablo regresa y le dice a Pepito:
-Muy bien chamaco, ha llegado tu turno. ¿Cuernos o cola?
Rápidamente Pepito contesta poniendo el traserin por delante:
-¡Cola, cola…! ¡Al fin que ya tengo el hoyito!
