Un arquero muy malo
Un arquero era tan malo que sus compañeros le habían dicho que si le metían más de diez goles, lo iban a fusilar (obviamente era una broma)
Entonces, el día del partido le meten más de veinte goles.
Al ver esto sus compañeros lo amarran a un poste para fusilarlo y le dicen que pida el último deseo, entonces el pobre, muerto de susto dice:
¡Quiero una barrera!